Si llega no debe preocuparse más por nada. Y menos por lo que no sabe. No crea que fue electo por sus conocimientos.
En primer lugar debe tranquilizarse y calmar su ansiedad. Tómese unos días de descanso, haga ejercicios respiratorios de yoga, tenga sexo dos o tres veces por día, en fin, relájese.
Por ningún motivo de ahora en más lo debe asaltar alguna duda. Usted en adelante es uno de esos pocos tipos fantásticos que tiene poder sobre los demás. Además ninguno de los que llegaron antes que usted, llegaron sabiendo lo que iban a hacer. Ahora se le irá ocurriendo de a poco. Tan de a poco como le sea posible para que no se agoten las ideas.
Su imaginación no es un recurso renovable, por lo que debe aprender a dosificarla para que dure lo que cree que puede durar su mandato.
Ahora bien, tampoco es cuestión de preocuparse por lo que se le puede ocurrir. Hay muchos proyectos dando vueltas de nulo valor, tan nulo que usted va a comprender rápidamente que cualquier cosa o idea será bienvenida.
Nunca piense que usted es un tipo de trabajo que incursiona en la política por un sentido patriótico del deber, El deber hacer es un concepto perimido.
Por otro lado el lugar que usted ocupa, antes fue ocupado por otro patriota, un desalojado hoy, caído en desgracia. De modo que usted no se crea ahora atípico, porque algún día así va a terminar.
Si desea presentar un proyecto éste debe ser difuso, que genere la mayor indiferencia posible en el resto de legisladores, de modo que a nadie le importe si lo aprueban o no.
Cuando le aprueben varios de éste tipo, tiene currículum para la prensa y las páginas oficiales que nadie lee.
Sin dudas a usted le conviene tomar a alguien que le prepare los proyectos. Hay muchos especialistas en el tema, porque convengamos, usted está tan crudo que da lástima. Aunque nadie lo sepa.
Cualquier idea propia que genere nerviosismo en los proyectos oficiales, puede terminar con su futuro, lo que reflejaría un grado de idiotez inadmisible. Impropia de alguien a quién tanto le costó llegar. De modo que mucha “plancha” es la consigna para vivir tranquilo en éste ambiente.