Si un político se siente despreciable ya es una virtud.
Solo los políticos creyentes tienen fe en lo imposible.
AXIOMA XXVI.
Cuándo usted llegue al Congreso se creerá un héroe. Pero no se olvide que alguna crisis le puede mostrar lo que era.
El fenotipo de un político, felizmente, no se hereda.
En política nunca sea optimista. Esté siempre preparado.
Si un político es pesimista se sentirá bien cuando esté peor.
AXIOMA XXVII.
Nunca sacrifique el bienestar actual por los demás. Siempre tendrá posibilidades más adelante.
Cuando un político valioso se muere, un mediocre ocupa su lugar.
Si se consideran las contribuciones que los legisladores hacen al gasto público, todas las demás palidecen.
Los periodistas no lo enfocarán más de 15 segundos. Así que si quiere decir algo apúrese.
AXIOMA XXVIII.
Nunca arriesgue lo que tiene para obtener lo que desea.
Los Presidentes serán abogados o militares. Porque hay cosas que otras profesiones jamás podrían hacer.