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viernes, 22 de julio de 2011

DE LA VIDA POLÍTICA. VII. Los hechos utópicos.

         Nunca se vuelva loco generando demasiados hechos positivos. Ahora que fue electo tiene garantía por cuatro años. Como mínimo y salvo que el Señor lo llame antes.
         De modo que antes de equivocarse con opiniones o actitudes muy suyas y que le cuestionen el mandato o lo rajen de donde lo pusieron, piense dos veces. O mejor antes de pensar dos veces no haga nada. O piense dos veces en no hacer nada.
         A nadie lo molestan por no hacer nada. Ni lo molestan, ni lo echan, ni le quitan la dieta. En todo caso recuerde que es al revés. De modo que preste atención.
         Los elegidos son tantos que lo mejor es pasar desapercibido y evitar cualquier esfuerzo inútil. Si usted genera atracción también genera rápidamente rechazos. Uno o más enemigos. Por envidia o incapacidad.
         No se meta de ahora en más con la Justicia, ni con la rectitud, ni con la palabra, ni el respeto, ni con el bien ni el mal. No se meta con nada si quiere perdurar tranquilo. Mantenga la boca cerrada la que además le dará un aura de persona interesante.
         Trate de no meterse con nadie por algún berrinche que se le dio. Nunca aquí sabrá quien tiene enfrente. Nunca sabrá que pescado es el Juez, ni el colega, ni el funcionario, ni el mozo, ni la secretaria. La palabra solamente existe en las Bolsas de Comercio.
         No pretenda poner orden, disciplina, trabajo, honestidad ni inteligencia al servicio de nadie. Le será tan complicado y desopilante cómo cantar a capella.
         En resumen utopías no. Piense poco. Haga nada. Nadie le reclamará.