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domingo, 24 de julio de 2011

DE LA VIDA POLÍTICA. XVI El estado físico.


         Su peso a partir de ahora será inversamente proporcional a la abstinencia y directamente proporcional a los placeres gastronómicos que se permita.
         Naturalmente la cuestión de peso a partir de su elección se pone difícil. Es casi imposible que no lo inviten a almorzar o cenar. O bien, por primera vez en su vida, que lo haga usted por su cuenta finalmente. Y siempre los lugares son muy buenos y la oferta gastronómica irresistible.
         Seguro lo recibirán con jerez y alguna empanadita, vinos finos, un buen plato principal, “wiskacho” al final, sobremesa larga, masas finas, café y el diámetro se le va de las manos sin que se de cuenta.
         Si usted viene con buena línea tendrá que luchar mucho en adelante contra estas tentaciones. Es muy difícil ahora pedir una ensaladita y agua mineral.
         Si usted ya viene gordo y ni se le cruzó por la cabeza cambiar de condición, la verdad que éste capítulo ni se gaste el leerlo.
         Si usted venía flaco es porque gastaba más energía que lo que consumía. No se si entiende pero comía poco o lo que es lo mismo estaba medio muerto de hambre. Además de comer poco, la campaña le provoca un gran gasto energético y estas dos cuestiones lo redujeron a casi una miseria. Un poco de hueso con carne y pelo.
         Ahora podrá reponerse rápidamente. Pronto recuperará brillo y gordura tipo exportación. A tal punto que si vuelve al pago generará envidia.
         El problema es para aquellos que por culpa de la buena vida que tienen ahora y que nunca habían imaginado que iban a pasar, pretenden mantener su estado físico, quieren cuidarse o bajar de peso.
         Para estos casos el consejo es comer poco (cada porción como el puño de su mano), dejar el alcohol y el café, comer ensaladitas, mucho repollo y zanahoria, caminar mínimo una hora por día, hacer 100 abdominales antes de irse a dormir. Si precisa ayuda para doblarse llame a su secretaria.
         Las cuestiones de peso requieren paciencia, persistencia e intensidad. Ni se le ocurra tomar pastillitas para adelgazar, pastillitas para activarse sexualmente, pastillitas para dormir, pastillitas para tostarse … Nada de pastillitas porque lo pueden llegar a tener que enterrar empatillado.
         Todo trátelo naturalmente. Si va… va. Si no va… no va. Pero natural y Light.
         Si se le escaparon los kilos le llevará mucho tiempo volver a su condición original. Si es que lo desea. La grasa abdominal es rebelde. Pero si hace el esfuerzo valdrá la pena. Si su línea toma contornos elegantes muchas chichis se pondrán de rodillas. Y no pregunte porqué.
         Si planea bajar de peso requiere de usted un alto grado de masoquismo. Porque comer ensaladitas y tomar soditas justo ahora que todo se le da es para llorar. Pero estará livianito, ágil y en excelente forma por si le hace falta pegar una carrerita.
         Los gordos tienen algunas ventajas pero muchas desventajas. Entre las ventajas tienen más reservas en caso de necesidad y urgencia porque pierden su sillón, nadie les pide la silla porque ya se ve que no pueden moverse, y el acoso de un periodista se ve limitado por la circunferencia abdominal. Así que nada extraordinario.
         Entre las desventajas, los gordos tienen que dormir panza arriba, tienen poca agilidad cuando más la necesitan, mayores probabilidades de un infarto, menor espacio libre, necesitan una toallita todo el día, invierno y verano, y calzoncillos XL pero pistolín S.
         Su número ideal será 94 si es hombre y 74 si es dama. Cualquier centímetro de cintura de más con súbditos bastante muertos de hambre será mal interpretado y es casi ofensivo.
         Para bajar de peso debe caminar una hora diaria (fuera del recinto), ir tres veces por semana al gimnasio, pedalear 3 horas semanales y tener diariamente una sesión de sexo efectivo. Es la única manera de gastar energía razonablemente. Y tiempo es lo que le sobra.
         Y si no puede bajar de peso luego de tres meses de esfuerzo, bueno amigo deje las cosas como están. Hay obesos que vivieron hasta los 90 años.