Si lo pescaron en algún recodo y no pudo arreglar es muy difícil zafar de esa situación. Si bien no es imposible nunca va a salir bien parado, menos decorosamente.
En estos casos tiene dos opciones : o un amigo de mucho poder que esté dispuesto a salvarlo tapando a su modo todo y que nadie se entere, o que trascienda y se arme el escándalo.
Si tiene tanta suerte de haber conseguido el padrino adecuado, aprenda la lección y no se meta más en un lío así. Aunque recuerde que estos favores tendrá que devolverlos más enseguida o más adelante. Su voto vale.
Si no logró tapar el lío siga los siguientes consejos. En primer lugar deje de leer los diarios, no mire televisión ni escuche radio. Cualquiera de estas cosas que haga lo abatirán más de lo que está. Métase unos días en la cama y tápese la cabeza.
En segundo lugar ni se le ocurra darle una entrevista a nadie. Usted tendrá la tentación de salir a decir yo no fui. No lo haga por nada del mundo. Cada vez que abra la boca se enterrará más.
En tercer lugar desaparezca de los lugares públicos para que nadie lo vea y ningún periodista lo encuentre. Debe evitar exponerse, nada de fotos, ni de preguntas que no puede responder, ni filmaciones que más tarde lo dicen todo.
Pero desaparecer no implica escaparse. Nunca se le pase por la cabeza escapar de la justicia. Al final lo van a encontrar y peor. Ponga el pecho a las balas, vaya a declarar lo mínimo, absténgase, al final todo va a pasar.
Cuando el tema se instale en la Justicia reaparezca fugazmente diciendo que hay que esperar el fallo. Que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Que el principio de inocencia… etc. Alguno en el lió siempre duda.
El tiempo siempre diluye la atención de los periodistas y de los ciudadanos, todo empieza a pasar y usted a mejorar.
Ahora debería conseguir alguien que tenga llegada en la justicia para que esta falle a favor suyo. Ya si no consigue esto, bueno amigo dedíquese a otra cosa.
Usted en este caso anda muy solo o vale poco. Trate de volver al seno de su familia si todavía lo quieren y lo reciben. Si su mujer lo perdona tendrá de nuevo palenque donde rascarse y empezar a buscar otro currito.
