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martes, 26 de julio de 2011

DE LA VIDA POLÍTICA. XX. De los militares, la Justicia y la Iglesia.

         Siempre convendrá llevarse bien con los militares. Así como con la Iglesia y los Jueces.


         Llevarse bien es muy importante porque si bien los han reducido a la mínima o nula expresión, pueden volver a tener peso y las consecuencias de una revancha ser catastróficas. A toda acción una reacción, de modo que conviene estarse bien y tranquilos con ellos. Deje los desplantes a terceros.
         Aunque las cosas estén tranquilas por tanto error del pasado y por obediencia debida no se haga el loquito. Calma y respeto. Por educación e instinto de conservación. Si las cosas cambian y usted fue odioso puede llegar a ser fusilado sin asistencia judicial ni que le den la extremaunción.


         En todo este lío por los errores del 76 hay verdades y mentiras. No se meta en problemas tratando de averiguar cuales unas y cuales otras. Porque además de los que hicieron las cosas mal casi no quedan, y los que aún viven no pueden creer lo que les pasa. No terminan nunca de juzgarlos. Se levantan a la mañana y preguntan a que Tribunal hay que ir.
         Por otro lado siempre en política, salvo que sea el más importante, conviene ser amigo de todos. La amistad le abre horizontes no conocidos y además en el caso de tener militares amigos se sentirá más seguro. Ellos lo defenderán de la inseguridad seguramente.


         No hace falta que publique sus amistades. Mantenga perfil bajo. Tipo masonería. Esto le hará bien a usted, a ellos y no le hará mal a nadie.
         Con respecto a la Justicia debo instruirlo que generalmente depende del Ejecutivo. A ver si le puedo explicar. El Ejecutivo es un poder que se sostiene únicamente sobre dos patas: el Legislativo y el Judicial. Eso que son poderes independientes era antes. Al principio. Al principio del Universo. Cuando Adán y Eva. Ya cambiaron las cosas. Para bien de algunos y mal de otros. Pero tome nota que cambiaron.


         Entonces si usted es legislador (una pata) y está bien con el Ejecutivo estará bien con el Judicial (otra pata). Espero me entienda que cualquier problema que tenga de índole judicial le será solucionado. En principio. Ojito que a veces no es así. Hay quienes viviendo en Puerto Madero y siendo importantísimos están en cana. Ojito.
         Lo instruyo: ningún poder es soberano si no tiene independencia económica. Como la caja la tiene el Ejecutivo si no es ignorante saque cuentas quien manda.


         Igualmente trate de que sus conductas delictivas se encuadren dentro de parámetros relativamente normales. Porque aunque el Ejecutivo lo salve, el Ejecutivo no es infinito. Su permanencia en el tiempo es finita. Y cuando estos amigos suyos no estén más en el poder puede ser que le vaya mal. Hay muy pocos casos pero estar un par de días preso es verdaderamente difícil.
         Previsor es quien sabiendo que está robando lo haga con disimulo público. No se crea Jaimito ni que se le parezca. No se piense que es intocable e invulnerable. Usted es de carne y hueso y si a alguien le conviene mandarlo al frente se convertirá rápidamente en nada. La nada absoluta. Miserable y abandonado por todos. Así que sea prudente, no manifieste riqueza, ni ostente aviones, barcos, relojes ni autos caros.


         Además si bien lo pueden apañar no olvide que en el sistema judicial hay muchos casos raros. Hay quienes tratan de administrar justicia como la Ley manda y si se topa con ellos por más que lo quieran defender estará liquidado. Que no le llegue el día que le bajen martillo y sentencia.
         Si le llega la desgracia de perder el poder, de perder la libertad, de que la familia lo olvide y sus secretarias ahora disfruten del colega que lo sustituye, mire nuevamente a Dios. Tan olvidado últimamente es el único ahora que lo puede reconfortar.


         Si no tiene mucha fe de que ello ocurra pida un cura que lo tranquilice, le hable, le perdone los pecados si son perdonables y le ponga una intención en la misa del domingo.
         La Iglesia siempre estará al principio y al final del ciclo del hombre político. Y si usted está terminado es la única que todavía le tendrá paciencia. Dios aprieta pero no ahorca. En cambio sus amigos ahorcan directamente.  Ellos lo condenaron de modo que no espere que lo salven.
         La Iglesia es la única que condena y perdona. La Justicia y el Ejecutivo condenan. No perdonan.


         Para que todas estas desgracias no le ocurran vuelvo al principio: llévese bien con todos. Haga equilibrio y saldrá bien parado. Hasta sus enemigos lo despedirán como amigo. Recuerde que el final no lo tome desprevenido.